Eduardo Peris Mora
Universitat Politècnica de València
Cuando la leí la primera vez, hace años, me produjo cierta sorpresa que con el tiempo se convirtió en una sensación de pesimismo. La sorpresa me sobrevino cuando yo mismo me di cuenta de que, de haber querido seguir el consejo de la postal reivindicativa, no hubiera podido hacerlo pues no llego a identificar quien es mi parlamentario. Después de reflexionar sobre el asunto deduje que podría haberlo averiguado porque, en nuestro sistema de listas cerradas, habría sido posible acudir a la sede del partido que voté (sí me acuerdo de eso) y preguntar quien había sido el cabeza de la lista que en su momento elegí en mi papeleta; ese podría muy bien ser mi parlamentario. Seguramente, no obstante, si por razón de su especial posición, mi parlamentario estuviera demasiado ocupado, en esa misma sede de su partido se podría obtener cita y audiencia con alguno de los otros miembros de la candidatura que, aunque no son tan relevantes y no suelen aparecer en la publicidad electoral, también debería considerarlos como mis parlamentarios. Con ellos podría yo reunirme para consultarles lo que me aconsejaba que hiciera la postal descrita. Supongo que la posibilidad de la entrevista existe, porque justamente la antevíspera de cada día de elecciones todos los candidatos suelen visitar mercados y pasear las campañas por doquiera que se presente la oportunidad de sumergirse entre la multitud. Y yo pudiera haber sido un miembro de esa multitud. Sin embargo, a la vista de lo esforzado de ese deseo de comunicar, desistí; y sigo hasta ahora sin hacer pregunta alguna.
Viene lo anterior a cuento ya que en poco tiempo se va a desarrollar una nueva campaña electoral municipal y nuestros representantes se esforzarán en comunicarse con nosotros para ofrecernos lo más granado de sus programas ,en caso de que dichos programas hayan sido elaborados; porque de otro modo también se les podrá votar por la imagen que de ellos nos haya dado la publicidad sin conocer cuales son las expectativas de su futuro quehacer político. Sin embargo, muchos de los alcaldes que actualmente guían los destinos de nuestros concejos se han manifestado ya y en cierta forma han asumido un programa político al firmar el manifiesto de Játiva (Carta de Játiva, mayo de 2000) en donde se dice textualmente
...Los municipios firmantes quedan comprometidos a participar en las iniciativas locales del Programa 21 y a desarrollar Planes de Acción a largo plazo que garanticen un Desarrollo Sostenible en sus municipios... mediante la participación ciudadana y la implicación de sectores económicos y sociales
El origen de esos compromisos es la llamada Agenda 21 que fue el documento
de conclusiones elaborado en la Conferencia de NNUU sobre Medio Ambiente y Desarrollo
en Río de Janeiro en 1992. En el capítulo 28 de ese documento
se recogen en solo dos páginas, unas recomendaciones sobre iniciativas
en el ámbito de la política local sostenible. Desde entonces han
sido diversas las declaraciones de compromiso firmadas en el mundo (Carta d
Aalborg 1994 o Carta de Lisboa 1996; la mencionada Carta de Játiva más
cercana a nosotros)
La mayoría de los documentos a los que nos referimos contiene una serie
de compromisos que son realmente un programa político avanzado en materia
de gestión municipal. Y constituyen un programa muy comprometido con
estilos de gobernar que no se ven mucho por estas tierras. Así, por ejemplo,
cuando se quiere aumentar la participación ciudadana de todos los sectores
sociales, siguiendo la mencionada AL21 se deberá
.”..ejecutar y supervisar programas encaminados a lograr que las mujeres
y los jóvenes estuvieran representados en los procesos de adopción
de decisiones, planificación y ejecución (A21.28.2 d)”.....”iniciar
un diálogo con sus ciudadanos, organizaciones locales y empresas privadas.....
la celebración de consultas y la promoción de un consenso. Las
autoridades locales recibirían aportes de la ciudadanía y las
organizaciones cívicas, empresariales e industriales locales y obtendrían
la información necesaria para formular las mejores estrategias. El proceso
de consultas aumentaría la conciencia de los hogares respecto de las
cuestiones relativas al desarrollo sostenible” (A21.28.3)
Ese tipo de participación directa para atender a los problemas de cada
día que tienen que ver con la sostenibilidad del municipio, constituyen
una forma de gobierno original para nosotros y también para muchos de
los municipios del mundo. Desgraciadamente, cuando se ponen ejemplos de iniciativas
originales para innovar la gestión medioambiental de las ciudades, se
recurre con frecuencia a ejemplos de culturas muy diferentes, poblaciones de
países subdesarrollados y ejemplos difíciles de imitar. En algunas
pocas grandes ciudades las iniciativas A21 han sido abordadas con verdadera
convicción y la vida municipal ha cambiado. En poblaciones como Curitiba
y Portoalegre parece que funcionan desde hace tiempo. Curitiba, por ejemplo
-1,5 millones habitantes- tiene según los expertos el mejor transporte
público del mundo, pero los éxitos de esa gestión ¡vaya
usted a saber porqué!. no son demasiado recogidos en los medios de comunicación.
Yo no estoy muy seguro de que los representantes de municipios firmantes de
la carta de Játiva hayan leído de verdad toda la literatura con
la que se comprometen. Si lo han hecho me alegro, y espero que lo antes posible
yo pueda entrevistarme sin demasiados esfuerzos con mis representantes en las
instituciones democráticas que administran mi vida urbana para preguntarles
que va a hacer, por ejemplo, con la gestión de la playa.
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